LETANÍAS A SAN ROQUE GONZÁLEZ 
DE SANTA CRUZ


— Señor, ten piedad.
— Cristo, ten piedad.
— Señor, ten piedad.

— Cristo, óyenos.
— Cristo, escúchanos.

— Dios, Padre celestial,
ten misericordia de nosotros.
— Dios, Hijo, Redentor del mundo,
ten misericordia de nosotros.
— Dios, Espíritu Santo,
ten misericordia de nosotros.
— Santísima Trinidad, un solo Dios,
ten misericordia de nosotros.

— Mártir heroico de Cristo en el Caaró.
Ruega por nosotros.
— Heraldo glorioso de la palabra de Dios.
— Celoso sacerdote por la salvación de las almas.
— Amigo íntimo del Señor.
— Ardiente propagador del culto a la Eucaristía.
— Devotísimo de la Virgen María "La Conquistadora".
— Testimonio perenne de la vida espiritual.
— Defensor de los derechos del indio.
— Por tus primicias sacerdotales en la Compañía de Jesús.
— Párroco santo de la Catedral de Asunción.
— Primer apóstol de Chaco boreal.
— Misionero de las orillas del alto Paraná y Uruguay.
— Evangelizador insigne de la raza guaraní.
— Mensajero de la paz en misiones Ñeembucú e Itapúa.
— Fundador de doce pueblos para Cristo.
— Incansable paladín de la Iglesia en el río de la Plata.
— Genial explorador de Jesucristo.
— Abnegado catequista de la colonia.
— El más ilustre hijo de la ciudad de Asunción y de todo el Paraguay.
— Modelo de los niños y juventud americana.
— Celestial protector de los pueblos.
— Invicto campeón en la fe.
— Acabado modelo de virtud sacerdotal.
— Padre y guía de los enviados de Dios.
— Fiel compañero de los Santos Alonso Rodríguez y Juan del Castillo.
— Educador cristiano de la familia.
— Propulsor de las vocaciones sacerdotales y religiosas por tu valioso corazón tesoro santo.
— Por tu inocencia y pureza virginal.
— Consolador de enfermos y dolientes.
— Modelo de caridad y desprendimiento.
— Abogado nuestro ante el trono del Señor.
— Apoyo de las familias pobres y del campesinado.
— Salud de los que en ti confían.
— Maestro de sólidas virtudes cristianas.
— Hijo ejemplar de la orden jesuítica.
— Líder carismático de la religiosidad popular

ORACIÓN

Dios nuestro, te pedimos que tu palabra, sembrada por san Roque González, produzca el ciento por uno en frutos de santidad y justicia; que recordando su martirio, anunciemos dignamente la muerte de tu Hijo unigénito, quien no sólo exhortó de palabra a sus testigos, sino que los precedió con su ejemplo; y que nos animemos a imitar el único sacrificio de Cristo. Te pedimos que, a ejemplo de san Roque González, imprimas en nuestros corazones los signos del amor y de la pasión de tu Hijo, y nos permitas gozar siempre de tu paz. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.