Oh María, socórreme, socorre a este pobre pecador que acude a ti, no permitas que ni en la vida ni en la muerte ande yo descaminado, mas mantenme en gracia en la hora de mi muerte. Amén.
(Oración a buen seguro)
Una joven de 16 años, en compañía de sus padres, acudió a Pierina Gilli, lamentándose de fuertes dolores en el pecho. Todos juntos rezaron tres Ave Marías fervorosamente en el oratorio ante la estatua de “Rosa Mística”, suplicándole luz y ayuda.
Pierina le aconsejó entonces, que bebiera del agua de Fontanelle y se presentara sin dilación al médico. Éste constató, mediante una radiografía, que en el pulmón de la joven estaba incrustada una aguja recta y de 4 cm de largo, a pocos milímetros del corazón, dejada allí en una intervención quirúrgica que se le había hecho a la edad de tres años. Para salvar a la paciente, quedaba como único recurso, una muy difícil operación. Al llegar los médicos a la aguja, tratando de sacarla, se quebró en dos partes y facilitó el trabajo. La operación tuvo éxito completo y la muchacha se restableció en breve tiempo.
Los médicos hablaron de este acontecimiento como de un verdadero milagro y se alegraron del suceso con la familia. Los pedazos de la aguja de 2 cm cada uno, fueron entregados a Pierina, como una prueba de la gracia recibida.
El 15 de agosto de 1973, los padres de la joven regresaron a dar gracias a “Rosa Mística” por tan milagrosa intervención.
A. M. Weigl, María - "Rosa Mística ". Montichiari - Fontanelle, p. 50.
