Poco a poco llevando la Conversación hacia Temas personales
No avergonzarse de Cristo significa no sentir vergüenza o temor al confesar la fe cristiana y vivir de acuerdo con las enseñanzas de Jesús, incluso cuando esto pueda generar oposición o rechazo por parte de otros. Implica reconocer abiertamente a Cristo como Señor y Salvador y estar dispuesto a enfrentar las consecuencias que esto pueda traer, sin importar las opiniones o reacciones del mundo.
La cosa ocurrió en Polonia en los tiempos del comunismo. Las autoridades comunistas a menudo dificultaban que los creyentes estudiaran mejores carreras u obtuvieran puestos laborales más altos.
A un tal empleado llamado Sławomir [Eslavomiro] le llamó inesperadamente su jefe. Le ofreció un trabajo en un puesto de responsabilidad. La conversación versó sobre intenciones y posibilidades de la empresa. Luego el jefe empezó a girar en torno a asuntos personales. En un momento, le preguntó a Sławomir sobre sus creencias religiosas.
Sin más preámbulos, Sławomir, sorprendido, respondió que no era creyente.
Después de regresar a casa, pensó durante mucho tiempo en lo que había hecho. Se sentía muy estúpido y simplemente estaba avergonzado. Era como si alguien le hiciera algo sucio a otro con el que contaba, y luego se sintiera como si se hubiera escupido en su propia cara...
No recibió el ascenso que se le proponía. Y aunque lo recibiera, no lo aceptaría porque ya no lo quería. Sławomir se disculpó con Cristo por haber renegado de Él. Y sabe que el Señor le perdonó.
La próxima vez intentará no decepcionar a Cristo. Hasta este momento está preparándose constantemente. Hace pequeños ajustes todos los días; una especie de entrenamiento...
