Permanecer fiel a la santa Iglesia Católica hasta la muerte

El Señor vendrá, pero nadie sabe su hora. La propia experiencia lo confirma claramente. La muerte sorprende no sólo a quienes mueren a causa de un rayo o de un derrame cerebral, sino también a quienes mueren en su cama después de una larga enfermedad. ¿Quién se da cuenta de que la muerte se acerca? Quizás quienes rodean al enfermo, no el enfermo mismo. Incluso los santos no siempre presentían la muerte. Incluso el día de su muerte, san Francisco Javier se preparaba para viajar a China. Por tanto, los asuntos del alma deben estar siempre en orden. No es la muerte inesperada lo que es terrible, sino la muerte de un alma en estado de pecado grave. Por eso, en cada caso de muerte, nuestro primer pensamiento debería ser: ¿Dónde está su alma? ¿Está ella salvada? ¿Qué pasaría conmigo si muriera ahora en su lugar?

Rev. Ottokar Prohaszka

Cura José Joaquín Pérez Budar fundó la Iglesia Católica Apostólica Mexicana en 1925. Antes de morir, abjuró de su apostasía.

El gobierno mexicano, queriendo debilitar el catolicismo, fundó la llamada Iglesia nacional para luchar contra la Iglesia. Hubo un sacerdote católico que aceptó dirigir esta Iglesia. Este sacerdote, llamado Pérez, fue nombrado por el gobierno obispo, patriarca de esta Iglesia.

Pues bien, el 10 de octubre del año de Nuestro Señor de 1931, Pérez, un anciano de 85 años, mientras caminaba por la calle, sufrió un infarto y fue trasladado al hospital de la Cruz Roja. Cuando recuperó el conocimiento, se levantó sobre la cama y con todas sus fuerzas comenzó a gritar:

—Hermanos, escúchenme. Soy el llamado obispo de la Iglesia estatal. Ante la muerte, los llamo como testigos para que confieso que me he extraviado. Ya no puedo reparar el escándalo dado a la gente. Pido a Dios y a ustedes que digan a todos que regresen a la verdadera Iglesia.

Con mano temblorosa firmó este acta de revocación de su apostasía. Y al día siguiente el obispo de México envió un sacerdote que reconcilió al anciano con Dios y la Iglesia.

Cf. Józef Łapot, Zbiór przykładów z życia współczesnego dla ambony i szkoły, t. 4, Kielce 1936, núm. 217.