Acusado del crimen de asesinato del Mayordomo de Oratów
Nada prueba más claramente que Dios caminó entre nosotros en la persona de su Hijo que la institución del Sacramento de la Penitencia. La humanidad caída suplicaba que la liberaran de sus pecados y esperaba este perdón. Jesús estableció un modo verdaderamente divino-humano de perdonar los pecados en la santa confesión. Ahí cada uno se arroja a los pies del Señor, obtiene su divino consuelo y recibe la seguridad de la gracia con las palabras: "Y yo te absuelvo de tus pecados".
Rdo. Ottokar Prohaszka
En el año del Señor de 1853 tuvo lugar en Zhitómir (Ucrania) la triste ceremonia de quitarle el hábito sacerdotal al párroco de Ostrów, el padre Jan Kobyłowicz. Este ritual lo realizó el obispo Kacper Borowski con lágrimas en los ojos. Aquel sacerdote muy respetado fue acusado del crimen de asesinar al mayordomo de Oratów. Como prueba sirvió una escopeta, con huellas de un disparo reciente, escondida detrás del altar. Como el párroco se limitó a decir que no lo había hecho y se negó a responder otras preguntas, el tribunal quedó convencido de que el autor del asesinato era efectivamente el padre Kobyłowicz.
Despojado de su túnica sacerdotal, el pobre condenado arrastró su cruz hasta la lejana Siberia. Le pidió a Dios sólo una cosa: que su sufrimiento obtuviera la gracia de la conversión para el verdadero autor del asesinato.
Después de veinte largos años, moría en Ostrów el organista local. Cuando se había confesado en su lecho de muerte, también confesó ante el alcalde y los testigos citados que el autor del asesinato del mayordomo de Oratów fue él, no el párroco. Para desviar la atención de sí mismo en aquel entonces, escondió su escopeta detrás del altar y luego se confesó con el párroco. Y con esta confesión lo silenció. El párroco no pudo defenderse. Fue víctima del secreto de confesión.
Inmediatamente se dio orden de liberar al inocente.
Pero el padre Kobyłowicz ya había muerto. Antes obtuvo para el criminal la gracia de la conversión mediante su propio sufrimiento ofrecido a Dios. Unos años antes de que lo absolvieran, había acudido ya a Aquel en cuya causa había servido fielmente.
Cf. Józef Łapot, Zbiór przykładów z życia współczesnego dla ambony i szkoły, t. 4, Kielce 1936, núm. 198.
